sábado, 10 de julio de 2010

13 Oct 2004 11:48:08

No hay tiempo para mirar al interior… las calles no siempre llegan a un destino, hay ocasiones en que sólo podemos perdernos, entretenernos con los desequilibrios he intentar amarrar al pensamiento miles y miles de sensatos pensamientos para no caer frente a la acera del frente a seguir durmiendo… cerrar los ojos cuando el día esta extremadamente cálido cuando los parpados no pueden apagar nada y el rojo tiñe las pupilas y no se puede conciliar el sueño, ni aún la vigilia, y tal vez todo este tranquilo hoy, hoy que los seres duermen de día y de noche y entre sus quimeras fuman cigarrillos sin filtro y estrellan alucinaciones que se niegan que se reprimen y siguen gimiendo en la madrugada deseando lo jamás obtenido, deseando ser parte de lo intangible, del ocaso en medio del alba, de los incesantes malentendidos… tal vez sea necesario hoy no llegar a casa, es medio día y hay mucha sed, hay necesidades de descanso pero las paredes del encierro son tan pesadas, no hay ilusión más corroída que tratar de dar un equilibrio a lo que llamamos vida, pisadas sin huella, y tu que te mueves de un lado a otro igual que yo deseando no ser parte de este recinto ni de aquel sino el que conformamos los hermanos que se quitan la mascara y no tienen miedo de mostrar sus rostros imperfectos… somos de los que huimos de la estupidez del medio día, aquellos que regamos lagrimas al calor de las nubes y su confusa bruma… mirar al interior y ver que no somos lo que siempre hemos querido ser, sino encontrar que los pesares se alejan con las voces muertas y los aullidos de la muerte… y el equilibrio es un esfuerzo en búsqueda de una paz que no será más que la luna y el sol eructando naturaleza y los árboles destruyendo el viento y los ojos cerrándose para mitigar una verdad a medias.

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